Una dieta saludable rica en nutrientes nos mantiene vivos y saludables. Una dieta rica en frutas hace que nuestros organismos sean resistentes a enfermedades, parásitos y virus.
En las frutas encontramos la celulosa, un nutriente imprescindible para: regular el funcionamiento del organismo y actuar en el intestino, evitando el estreñimiento. Son fáciles de digerir, activan las funciones gástricas y desintoxican el organismo. El consumo de frutas te mantiene en buen estado físico y mental.
Fuentes de sales minerales y vitaminas, las frutas son indispensables para el crecimiento de los niños, porque evitan la desnutrición y sus consecuencias, como el raquitismo.
La riqueza nutricional y el hecho de provocar sensación de saciedad los hacen muy recomendables para regímenes de adelgazamiento y dietas bajas en grasas.
Las frutas rojas y naranjas tienen altos niveles de caroteno, una sustancia considerada anticancerígena. Las frutas cítricas contienen vitamina C y bioflavonoides, nutrientes importantes que fortalecen el sistema inmunológico.
Lo ideal es comer fruta entre comidas; es durante estos intervalos cuando se hace el mejor uso de los nutrientes. Al ingerir una fruta en ayunas, pasa, en gran parte, directamente al intestino. Así, los nutrientes son asimilados por el organismo con mayor eficacia.